23/11/2010
"El jurista tiene la cabeza muy ordenada y los instrumentos necesarios para hacer política de una manera recta y competente".
Desde su despacho en la Universidad Carlos III, uno de los 'padres' de la Constitución expone para la revista que edita el Consejo General del Notariado su visión sobre diversos temas, desde la enseñanza del Derecho hasta asuntos de actualidad como los estatutos de autonomía o el terrorismo.
Al hablar de la función notarial asegura que los notarios “son personas de fiar. No solamente por su competencia jurídica, sino porque tienen depositada una fe de la que ellos han hecho honor siempre".
Para Peces-Barba la enseñanza del Derecho y su correcta aplicación es fundamental para sanear la política nacional. "Las personas que actúan en política en nuestro país son, fundamentalmente, competentes y decentes, aunque hay algunas minorías que rompen ese esquema y que hacen mucho daño. La clase política es imprescindible y hay que cuidarla mucho; creo que la enseñanza del Derecho es una de las principales vías por la que puede accederse a una acción política. El jurista tiene la cabeza muy ordenada y los instrumentos necesarios para hacer política de manera recta y competente".
En su calidad de alto comisionado de apoyo a las víctimas del terrorismo -cargo que ocupó de 2004 a 2006- el reciente Premio Pelayo fue un observador privilegiado en la lucha contra ETA. Sobre el futuro de la banda es contundente: "o deja las armas o tendrá que irse extinguiendo con el esfuerzo policial; no puede haber ningún arreglo hasta que no las deje".
En relación con una posible revisión de la Constitución de 1978 -demandada por algunos sectores- el catedrático apunta que "no hay ningún motivo de cambio en relación con el gran consenso central, que sigue estando firme. Habría que retocar algunos temas que por aquel entonces era imposible tratar (...) Por ejemplo, habría que incluir alguna referencia a la Unión Europea, que no se había creado en 1978 y ya es una parte de nuestra soberanía. Por otro lado el Senado, que aunque está definido como cámara de representación territorial, en realidad es la de un Estado unitario y centralizado por la forma de elegir a los senadores por un sistema mayoritario corregido en circunscripciones provinciales. Creo que los senadores deberían ser elegidos por los parlamentos autonómicos en cada renovación de los mismos y que la Cámara no debería disolverse. Asimismo habría que quitar del texto todos los artículos sobre el acceso a las autonomías –porque ese proceso ya está terminado– y sustituirlos por uno donde se describan las autonomías por su orden y, desde luego, donde quede claro que es un modelo inamovible y en el que no se puede producir ninguna salida de esa unidad de España (…) Finalmente, creo que sería necesario igualar a hombres y mujeres en la sucesión a la Corona, después del reinado de Don Felipe de Borbón y Grecia".